La cultura, un área que por años ha sido amenazada por la globalización, es hoy uno de los grandes pilares de una sociedad sana y respetuosa, un país donde la gente conozca su historia y sus raíces, es un país que no va a la guerra, porque es un país que comprende que no todas las raíces son del mismo árbol. Un país que sabe que todos somos diferentes comprende diferentes ideales políticos, sociales y económicas, está dispuesto a aceptarlos y hacerlos parte de sí.
El desarrollo, por mucho tiempo en diferentes partes del mundo, hizo que muchas personas olvidan su propia cultura, la adopción de costumbres y gustos populares empiezan a primar en la sociedad antes que los gustos y costumbres tradicionales, y en el caso de Colombia, vemos como en diferentes partes de nuestro territorio nacional se perdieron muchas costumbres y tradiciones.
Ahora bien, a nivel global, se ha llegado a la conclusión de que la inclusión de la cultura es una base fundamental de la sociedad, al igual que la economía y la política, ya que la gente comprende la diversidad cultural que hay en las diferentes regiones de su país. El estado tiene que seguir fortaleciéndose en éste aspecto y velar porque sus habitantes puedan ver sus cultura como algo propio, y al mismo tiempo la aceptación de culturas ajenas como algo indispensable para una sana convivencia. Esto se logra con políticas incluyentes y basadas en la cultura, estas políticas se verán reflejadas en los campos de la ciencia, economía y la sociedad en general.
Por: Mateo Vargas Tamayo
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